Finalizó la segunda etapa de la Campaña
Antártica de Verano (CAV) 2019-2020

  • Con el arribo del Rompehielos ARA “Almirante Irízar” al muelle del puerto de la ciudad fueguina de Ushuaia el 10 de febrero, finalizó la segunda etapa de la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2019-2020, que abarcó la navegación de 7150 millas náuticas e incluyó trabajos en las Bases Conjuntas Antárticas Esperanza, Orcadas y Belgrano II y la Base Científica Carlini.
  • La mencionada etapa comenzó el pasado 4 de enero pasado en la Dársena Norte del puerto de la ciudad de Buenos Aires. Allí, en una ceremonia encabezada por el Presidente de la Nación, Doctor Alberto FERNÁNDEZ, se dio inicio a una operación que tuvo 35 días de navegación.
  • En total, entre las 4 bases que incluyó el itinerario, se descargaron 346 m3 de carga general; 128 m3 de carga frigorizada y refrigerada; 640 m3 de GOA (Gas Oil Antártico) a granel; 372 tambores de combustible y 128 tubos de gas.
  • Esta tarea logística, al igual que el repliegue de 1645 tambores de residuos, se realizó en conjunto con el Aviso ARA “Bahía Agradable” y dos helicópteros “Sea King” de la Segunda Escuadrilla Aeronaval.
  • También se efectuó el recambio de las dotaciones de las Bases Conjuntas Antárticas Permanentes Orcadas y Belgrano II.
  • El “Irízar”, al mando del Capitán de Navío Maximiliano MANGIATERRA, durante esta etapa, tuvo una tripulación de 268 personas entre dotación permanente, personal militar en comisión de las tres Fuerzas Armadas, de la Dirección Nacional del Antártico (DNA), del Servicio Meteorológico Nacional e invitados de instituciones científicas afines.
  • Durante los período de navegación entre cada base se realizaron tareas de adiestramiento individual que incluyeron ejercicio de lucha contra incendio, rol de abandono de la unidad, exposiciones sobre supervivencia en el mar e historia Antártica. Además, el personal científico embarcado por convenio con la DNA, llevó a cabo un ciclo de conferencias en las que se explicaron los diferentes proyectos que se ejecutan tanto a bordo del “coloso naranja” como en cada una de las bases.
  • Por otra parte, la navegación del “Irízar” estuvo custodiada por la “Virgen Malvinera”. La imagen de la Virgen de Luján que acompañó a las tropas argentinas durante la Guerra de Malvinas, fue desembarcada en cada una de las bases, celebrándose las correspondientes misas.
  • El Capitán de Navío MANGIATERRA, expresó estar satisfecho con la labor realizada por toda la tripulación de la unidad y destacó que fue una etapa que se realizó en un tiempo menor al planificado por el Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR).
  • “Desde el punto de vista náutico nos adelantamos a todo lo que fue la previsión del cronograma. Esto fue porque en la derrota rumbo a Belgrano II, nos encontramos con un ‘hielo amigable’ en el sentido que el campo de hielo marino estaba disgregado. Además la meteorología nos ayudó, permitiendo que en esa Base los helicópteros operaran durante 3 días, 24 hs”, explicó.
  • También resaltó la importancia de pensar la unidad como un “rompehielos multidisciplinario” donde las actividades logísticas del COCOANTAR se combinan con la labor científica.
  • “Hoy en día, el buque tiene laboratorios y guinches oceanográficos, entre otros equipamientos. Eso nos permite afirmar que es la tercer campaña consecutiva que realizamos desde la conformación del proyecto de pensar un buque antártico multipropósito”, agregó.
  • MANGIATERRA concluyó: “Desde lo personal me tocó uno de los momentos más sublimes del buque, el momento en que es pensado como un ícono antártico ya que es el único de su clase en Sudamérica. Disponer del rompehielos hace al sostenimiento de nuestra visión de argentina bicontinental, la cual se funda en el apoyo a la actividad científica y el cuidado ambiental del continente blanco.”
  • La CAV se encuentra bajo control operacional del COCOANTAR, dependiente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerza Armadas, y su objetivo es realizar todas las acciones de abastecimiento de las 13 bases argentinas, entre permanentes y transitorias, y el apoyo logístico a las actividades científicas que desarrolla el país en la Antártida.